Una prótesis ocular que funciona con luz

by admin on June 6, 2012

in Avances oftalmológicos,Ricardo Bittelman

Un último tipo de implante ocular está siendo objeto de estudio para los investigadores te Stanford. Este necesita poco hardware y podría restaurar mayor visión que los dispositivo internos existentes.

Las protesis oculares alimentadas por luz alcanzarían subsanar una parte de la pérdida de visión con cirugía sencilla.

El último implante, que funciona por la combinación de un chip de imagen digital y una matriz fotografiavoltaica, necesita un hardware demasiado poco majestuoso que los estilos preliminares. Los dispositivo internos a pesar de todo no han sido experimentados en seres vivos aunque están generando entusiasmo entre los investigadores ya que tienen una mayor densidad de píxeles y pueden restaurar una mayor cantidad de visión que otras prótesis de retina en las que se está laborando.

Las personas que padecen degeneración macular (la causa más común de ceguera entre las personas mayores) y algunas otras formas de ceguera han extraviado las células sensibles a la luz que hay en la retina, aunque a pesar de todo poseen las células nerviosas subyacentes que transmiten información visual al intelecto. Los implantes de retina utilizan electrodos para estimular esos nervios. Generalmente, las protesis oculares necesitan voluminosos dispositivo internos electrónicos que se colocan en el ojo para suministrar energía, apuntes de imagen o ambas cosas a un chip que se ubica dentro de la retina. Cuanto más hardware se incorpore en el cuerpo, mayor será el peligro para el paciente. Al mismo tiempo, las complejidades de la electrónica generalmente recortan el número de píxeles de estos sistemas.

El último tipo soluciona estos enredaciones partiendo del uso de la luz como fuente de la imagen y de energía. El dispositivo interno, diseñado por investigadores de la Universidad de Stanford en Palo Alto, California (Estados Unidos), combina gafas de videoproyección de infrarrojos con un pequeñísimo chip inalámbrico colocado dentro de la retina.

Una cámara ubicada en las gafas transmite el vídeo a un procesador de imagen y este envía una señal de retorno a las pantallas de proyección que hay dentro de las gafas de infrarrojos. Los investigadores prefirieron utilizar luz infrarroja ya que esta no daña ni calienta los tejidos del ojo y al mismo tiempo no puede ser recogida por las restantes células fotografiasensibles, lo cual podría crear confusión en la imagen.

La imagen infrarroja es recogida por un conjunto compacto de píxeles fotografiavoltaicos implantados justo allí donde estarían las células sensibles a la luz en un ojo sano. Cada píxel posee tres diodos infrarrojos sensibles orientados hacia el interior del ojo. Los diodos convierten la luz en electricidad, que en seguida es dirigida a las células nerviosas por medio de electrodos enviados a la parte posterior del ojo.

La mayor densidad con la que han trabajado los cienftíficos de Stanford hasta el instante es de 178 píxeles por milímetro cuadrado. En comparación, las primeras protesis oculares inauguradas al market europeo, creadas por Second Sight, con sede en Sylmar, California (EE.UU.), tienen 60 píxeles en total y necesitan un hardware más complejo.

Aún resta hacer algunas pruebas de salvaguardia al dispositivo interno de Stanford antes de comenzar los ensayos clínicos.

Fuente: pysnnoticias

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