Un cuerpo extraño en el ojo puede corresponder a partículas de polvo, vidrio, o incluso una misma pestaña, que son las encargadas de evitar que la mayor parte de estos elementos ingresen al globo ocular. El tipo de herida más común por estas situaciones es la abrasión corneal, donde la córnea sufre un rasguño.
La sintomatología de este problema es enrojecimiento, irritación, picazón de los ojos. Asimismo, la abrasión incluye dolor, vista borrosa y fotofobia. Algunos de estos cuerpos extraños pueden retirarse de manera sencilla, sin dañar el ojo. Con un tratamiento óptimo, administrado por un especialista, una abrasión leve se cura entre 24 y 48 horas. En casos más complejos, la duración es relativa.
Para prevenir, es recomendable ocupar protección en los ojos al momento de trabajar, sobre todo en labores de construcción o deportivas. Esta medida puede reducir hasta en un 90% el riesgo a sufrir estas lesiones. Así se aíslan los globos oculares del polvo, arena u otras partículas. Si el paciente utiliza lentes de contacto, es importante lavarse las manos antes de colocárselos, así como mantener la higiene de estos últimos según las instrucciones del oftalmólogo.
Lo que nunca se debe hacer es frotar el ojo para intentar quitar el cuerpo extraño, ya que podría causar una abrasión más profunda. Si el elemento es grande y no puede retirarse de manera simple, se debe cubrir el ojo con una gasa y visitar al especialista inmediatamente. De ocupar lentes de contacto, hay que lavarse las manos y quitarlos. Probablemente, alguna irregularidad en la forma del lente provoque el malestar y no un cuerpo extraño.
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