El verano es la época en la que los ojos están expuestos a sufrir diversas molestias o enfermedades oculares, para poder mantener una adecuada salud visual, y disfrutar de diversas actividades y pasatiempos, es necesario tener en cuenta una serie de consejos.
Como primera recomendación, se debe considera un control visual con un especialista durante la temporada. El profesional evaluará el estado de la visión -mediante un chequeo general- indicará acciones para el cuidado y la adquisición de buenos hábitos visuales. Otros consejos relevantes son evitar leer en el auto sobre todo en viajes largos, exponer los ojos directamente al sol sin unos lentes para el sol adecuados, usar lentes resistentes al practicar un deporte al aire libre por riesgo de impactos, sobre todo en deportes extremos, y usar antiparras para el agua, si es que se está un largo rato en la piscina o el mar, y así para prevenir la sensación de sequedad e irritación ocular.
La idea es que los ojos estén protegidos de manera permanente durante estas actividades. Una buena alternativa son los anteojos con lentes polarizados ya que disminuyen la intensidad del Sol, bloquean la radiación ultravioleta y mejoran la calidad visual.
Hay que tener especial preocupación por los ojos de los niños, siempre deben llevar una gorra, usar anteojos con filtro UV y evitar que toquen sus ojos con las manos sucias.
Una alimentación equilibrada y sana, consumiendo verduras frescas y frutas de todos los colores, huevos, carnes y pescados; permite obtener las cantidades necesarias de vitaminas para potenciar la salud visual.
Estas simples acciones ayudarían –considerablemente- a evitar la aparición de patologías oftalmológicas tan frecuentes en época estival como las conjuntivitis irritativas, bacterianas o víricas, las queratitis o úlceras en portadores de lentillas o los traumatismos derivados de impactos al realizar actividades deportivas.