En ocasiones las lesiones oculares son provocadas por algún tipo de actividad física, y se identifican en oftalmología como trauma de impacto directo ya que algo le pega al ojo de forma brusca y directa, generalmente a alta velocidad.
La severidad y el tipo de trauma dependen del tamaño, la velocidad y la dureza del objeto que golpea al ojo, las lesiones más graves son la fractura orbital con estallido que significa un hueso roto debajo del globo ocular, ruptura directa de globo ocular y desprendimiento de retina.
Las consecuencias que puede sufrir el ojo van desde la pérdida parcial o total de visión; el compromiso de los músculos responsables del movimiento de los ojos debido a la fractura, lo que podría causar algún grado de dificultad al mirar hacia arriba o hacia abajo; una visión doble dado al mal alineamiento de los ojos; hemorragia interna; inflamación; cataratas; daño en el nervio óptico; ojo negro lo que generalmente implica sólo molestias estéticas.
Los deportes como el béisbol, baloncesto, hockey, fútbol, rugby, lacrosse, tenis, esgrima, water polo, boxeo, lucha libre y artes marciales, donde hay contacto físico y se usa pelota, raqueta o algún otro elemento, son de alto riesgo para los ojos.
Importante es saber que ni los lentes de contacto ni los de sol protegen los ojos de lesiones por trauma directo, al contrario pueden romperse con algún impacto causando una lesión penetrante; y aun con el uso de casco o máscara los ojos siguen expuestos.
La A.S.T.M (Sociedad Estadounidense para Ensayos y Materiales) desarrolló hace algunos años estándares de seguridad y calidad para los lentes protectores que deben ser utilizados en los deportes de riesgo. La A.S.T.M recomienda un tipo determinado de lente protector para cada deporte en específico, pero todos los lentes deportivos deben ser fabricados exclusivamente de policarbonato.
Este material es un plástico resistente a grandes impactos diez veces más resistente que otros tipos de plásticos, ofrece protección contra los rayos ultravioleta, disponibles sin aumento y con aumento; y son los lentes más delgados y livianos que hay en el mercado. Se debe tener en cuenta que los lentes de sol comunes tienen sólo un 5 por ciento de la resistencia a los impactos que poseen los lentes de policarbonato.
Los padres deben informarse y estar atentos, ya que generalmente resulta muy difícil convencer a adolescentes y niños de utilizar lentes protectores, y justamente son el grupo etario que más presenta lesiones oculares relacionadas con los deportes, como consecuencia de su participación en una amplia variedad de actividades físicas y atléticas, y su tendencia a jugar con cierta impulsividad.
La visita a un oftalmólogo es importante cuando se quiere practicar un deporte de riesgo para la vista de modo regular. El especialista evaluara el estado de la visión y recomendará, según el tipo de actividad, cuales lentes son los adecuados para una protección segura.
