Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
El rendimiento académico de los menores puede verse mermado por inconvenientes visuales y auditivos, lo que afecta su desarrollo en cuanto al aprendizaje, comunicación y salud, especialmente en los primeros cinco años de vida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de uno a cinco de cada 1.000 bebés nacen con algún grado de pérdida auditiva o visual. De aquí, la importancia de realizar chequeos periódicos en niños que están en edad escolar.
El fin de los exámenes de ojos y oídos en niños entre 5 y 18 años es detectar quiénes son los más propensos a sufrir una discapacidad visual o auditiva, con el objetivo de prevenir que esta situación afecte en su proceso de aprendizaje.
Para tener en cuenta
Los infantes que muestran algún tipo de patología en ojos u oídos tienden a parpadear demasiado, hablar poco, acercarse demasiado a lo que leen, distraerse fácilmente, aislarse, estresarse o tener inconvenientes para integrarse a un grupo. Por este motivo, padres y profesores deben estar atentos a algunos de estos posibles síntomas.
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