Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Científicos de la Universidad de Murcia, en España, han determinado mediante una cámara ultrarrápida que el cristalino del ojo se mueve como si fuera un “muelle” cada vez que la vista cambia de dirección, bloqueando la visión unas décimas de segundo. Este descubrimiento podría permitir la mejora en la detección de ciertas enfermedades oculares y una evolución de los lentes intraoculares.
La ceguera temporal, cuyo nombre científico es supresión sacádica, evita que aparezcan imágenes distorsionadas cuando enfocados la visión en un punto. En promedio, el humano lleva a cabo más de 60 mil movimientos sacádidos diarios, donde la vista se suprime por 50 milisegundos. De sumar todas estas supresiones, se podría decir que pasamos cerca de una hora a ciegas, según los autores del estudio.
Con el fin de conocer de mejor forma los mecanismos dinámicos del globo ocular, los expertos construyeron una herramienta para estudiar los movimientos del cristalino mientras realiza los movimientos sacádicos y después de esta acción. Mediante esta herramienta experimental, la que posee una cámara ultrarrápida con la capacidad de hacer 400 imágenes por segundo, se determinó que después de un movimiento sacádico el cristalino sufre un balanceo como una masa con resorte amortiguado, hasta que luego vuelve a estar estable.
Los motivos neurológicos o físicos de la supresión de la vista luego de los movimientos no están claros. No obstante, los científicos han comprobado que este bloqueo de la visión al terminar el movimiento visual y los vaivenes del cristalino exhiben patrones temporales similares. Entonces, ambos podrían estar sincronizados.
Fuente: http://www.larazon.es/