Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Las estadísticas señalan que cuatro de cada diez accidentes de tráfico mortales ocurren de noche, aunque el flujo vehicular se reduce hasta en un 60% en este horario. Esto se debe principalmente a la baja lumonosidad, que disminuye el campo de visión. La agudeza visual del conductor también baja en un 70%.
Al conducir, el 90% de la información que percibimos del entorno llega mediante la vista. En este sentido, las condiciones oculares determinan el rendimiento óptimo de quien está al volante.
En esta actividad hay factores de la vista que son primordiales, como la agudeza visual, la visión de profundidad, el campo visual, la percepción de los colores y, sobre todo, la adaptación a las modificaciones luminosas y a la oscuridad.
Por ende, además de conducir responsablemente (implementación de las luces y a una velocidad moderada), es de suma importancia acudir a un chequeo oftalmológico, para determinar que la visión esté en buenas condiciones para manejar un vehículo y evitar consecuencias indeseadas.
Fuente: http://www.visionyvida.org/