Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
El tratamiento del síndrome del ojo seco puede prolongarse, inclusive para toda la vida. Esto se debe a que el avance de la enfermedad es lento y progresivo. El oftalmólogo establecerá los motivos fundamentales de la afección para mantener el equilibrio lagrimal y lograr un alivio sintomático duradero.
El uso lágrimas artificiales, la higiene de los párpados, evitar ambientes irritantes, el uso de gafas protectoras y el descanso de la vista al llevar a cabo esfuerzos visuales contribuyen a mejorar los síntomas. Además, sumar una dieta rica en ácidos grasos esenciales, como los frutos secos, puede ser beneficioso.
En ciertos casos, el especialista puede recetar gotas antibióticas, antiinflamatorios o, incluso, la fabricación de suero de la propia sangre del paciente para casos graves.
Cuando la enfermedad es autoinmune, se debe derivar al paciente a un reumatólogo para una óptima medicación sistémica a través de vía oral. La falta de un tratamiento en casos leves puede producir varias molestias e incomodidad para hacer las labores rutinarias. No obstante, en estados moderados o graves, puede haber pérdida de visión, infecciones constantes e incluso la pérdida total del globo ocular por una perforación por desecación.
Fuente: http://www.ideal.es/