Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Una investigación determinó que el ejercicio físico moderado llevado a cabo 15 años antes, se vincula con una disminución de un 25% de riesgo de presión de perfusión ocular (PPO) baja, un factor influyente relevante en el desarrollo del glaucoma.
El análisis fue publicado en la revista especializada “ Investigative Ophthalmology & Visual Science”. El autor del estudio, el doctor Paul Foster, del Instituto de Oftalmología del Colegio Universitario de Londres, afirma que al parecer la PPO es determinada en su mayoría por la aptitud cardiovascular.
Si bien no se estableció una relación causal, hay una relación entre un estilo de vida sedentario y los problemas que incrementan las probabilidades del glaucoma.
Varias investigaciones anteriores han analizado el efecto de la actividad física sobre los dos componentes de la PPO, la presión intraocular (PIO) y la presión arterial. No obstante, este es el primer trabajo que observa el vínculo entre el ejercicio y la PPO, según los científicos.
Foster agrega que, anteriormente, el único factor de riesgo modificable del glaucoma era la PIO, lo que podía realizarse a través de medicamentos, láser o cirugía. De esta forma, según el especialista, esta nueva investigación se enfoca a un nuevo método de reducir las probabilidades de glaucoma, manteniendo un estilo de vida activo.
Fuente: http://salud.univision.com/