Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
El síndrome de Sjögren es un trastorno autoinmunitario que destruye las glándulas que generan lágrimas y saliva, provocando resequedad bucal y ocular. No obstante, esta enfermedad también puede dañar los riñones y pulmones.
Las causas de esta enfermedad se desconocen y ocurre con más frecuencia en mujeres entre 40 a 50 años. Por ende, es poco habitual en niños. La enfermedad afecta a alrededor de 1 a 4 millones de personas en Estados Unidos.
Los síntomas oculares de esta afección son ardor, sensación de un cuerpo extraño, además de la sequedad.
Otras manifestaciones generales que pueden aparecer son fatiga, fiebre, cambio en las tonalidades de manos o pies, dolor e inflamación articular, así como ganglios inflamados.
El síndrome de Sjögren secundario aparece solamente con la presencia de otras patologías autoinmunitarias como la polimiositis, artritis reumatoidea, esclerodermia y lupus eritematoso sistémico.
La resequedad ocular puede tratarse a través de lágrimas artificiales, ungüentos lubricantes o ciclosporina líquida. Asimismo, pueden colocarse pequeños tapones en las vías de drenaje de las lágrimas para contribuir a que estas permanezcan en la superficie del ojo.
Fuente: http://www.nlm.nih.gov/