El uso de determinados productos que emiten luz láser puede ser perjudicial para la visión y causar daños irreversibles en la retina, según advierte la Sociedad Oftalmológica de la Comunidad Valenciana (SOCV).
En un comunicado, los oftalmólogos alertan de la proliferación de la adquisición a través de internet de este tipo de productos, punteros láser de gran potencia, entre ellos, a pesar de que su comercialización está restringida por ley a usos profesionales.
Las fuentes denuncian también que en las ventas “on line” no se informa al usuario de la peligrosidad que entraña la utilización del producto.
Según han explicado desde la SOCV, la luz láser se clasifica en cuatro clases, siendo la tipo 1 la de menor potencia mientras que la clase 4 es peligrosa y puede conllevar pérdida de visión, por lo que su uso precisa “extrema precaución”.
El umbral de peligrosidad del haz láser se sitúa en 5, y “todos los productos que exceden esta potencia pueden provocar graves lesiones”, advierten.
Los punteros que se utilizan, por ejemplo, en presentaciones, no superan este límite, pero resulta fácil encontrar en la red productos que, bajo una apariencia inocua, son peligrosos para la vista, apuntan.
En su opinión, el uso de luz láser en campos de fútbol por parte de los aficionados y para apuntar a aviones pone de manifiesto asimismo la falta de concienciación al respecto.
“Cuando el láser incide en el ojo, éste actúa como una lente de aumento. Al igual que una lupa puede concentrar luz solar y quemar un material, la lente que es el ojo humano concentra el haz láser en un punto muy reducido y puede producir quemaduras irreversibles”, ha declarado el presidente de la SOCV, Rafael Martínez-Costa.
Existen láseres médicos utilizados en oftalmología con fines curativos y que los especialistas conocen, pero usar un aparato inadecuado o manipulado por quien desconoce sus riesgos puede acarrear “consecuencias fatales”, ha insistido.
La legislación española especifica que los productos que utilizan láser de las clases 3A, 3B y 4 pueden representar riesgo para el usuario y otras personas, aunque éstas se encuentren a una distancia considerable, por lo que deben ser “usados únicamente por personas con formación adecuada”.
Además, en productos láser de clase 2 se han de tomar precauciones para evitar la visión continua directa del haz.
Según la normativa vigente, los punteros láser, en cualquiera de sus formas de presentación y de clase igual o superior a tipo 3 “no se pueden comercializar ni distribuir de forma gratuita, excepto los concebidos para usos profesionales específicos, como la astronomía”.
Añade que “en ningún caso se consideran de uso profesional los utilizados para ayuda en conferencias o los utilizados por los aficionados a la fotografía para realizar instantáneas nocturnas”.
Fuente: ABC.es