El tratamiento de la obstrucción lacrimonasal para corregir la epífora es quirúrgico. Durante décadas ha evolucionado muy poco, limitándose a pequeñas variaciones técnicas y de poca importancia y de hecho durante prácticamente un siglo la técnica de elección ha sido la dacriocistorrinostomía (DCR) externa.
En los últimos años la aparición de los láseres aplicados a la medicina, las fibras ópticas y la cirugía endoscópica han provocado la aparición de nuevas técnicas, y así, junto a la DCR externa, las técnicas más utilizadas, son la DCR endonasal bajo visualización endoscópica, la colocación de “stents” nasolagrimales y la DCR endocanalicular asistida mediante láser de diodo.
Si bien la cirugía por vía externa solucionaba parcialmente el problema de las obstrucciones nasolagrimales, la búsqueda de nuevos procedimientos nos ha llevado a que en los últimos años hallamos introducido en el servicio de Oftalmología de la Clínica Vistahermosa la DCR endocanalicular con láser de diodo, con el objetivo de realizar una cirugía lo menos agresiva posible con anestesia local.