Los dolores de cabeza de tu hijo se pueden deber básicamente a los esfuerzos visuales que debe realizar.
Debes tener en cuenta que el 100% de las tareas que realizan en el colegio son visuales y que si tu hijo sufre de problemas y tú no los has detectado puedes estar perjudicando su rendimiento escolar como su vida cotidiana.
Las señales a las que debes estar atenta en caso que el niño tenga problemas refractivos son:
No ven bien la pizarra, andan con los ojos llorosos o rojos.
No aguanta mucho tiempo leyendo y se frotan constantemente los ojos
Si tienen miopía los niños por lo general no ven correctamente los objetos o personas que se encuentran lejos por lo que deben entrecerrar sus ojos para enfocar. Mientras que los que tienen hipermetropía los niños ven mejor de lejos que de cerca. Estos niños prefieren jugar al aire libre que estar leyendo, ya que esto les causa molestias.
Los niños que usan lentes tienden a ser más tímidos o despistados, y prefieren actividades como la lectura, la pintura o las manualidades, como es el caso de la dislexia, ya que muchos niños, por no conseguir ver bien, pueden cambiar, al copiar de una pizarra, letras como la p con la q, o la d con la b. En esos casos, lo mejor es consultar a un oftalmólogo, lo antes posible.
La hipermetropía es justo lo contrario de la miopía. Los afectados de hipermetropía tienen una percepción borrosa de los objetos cercanos y ven mejor de lejos. Es habitual que los niños, al forzar la vista, presenten dolor de ojos o de cabeza, lagrimeo y parpadeo frecuente. Generalmente, prefieren jugar al aire libre.
Una de las enfermedades que de debe tratar a tiempo es el ojo vago. Esta enfermedad consiste en la pérdida parcial de la visión en uno o en los dos ojos del niño, que no puede ser corregida con lentes. El diagnóstico debe ser precoz, ya que se puede tratar con éxito antes de los 7 años. Si no se diagnostica antes de esa edad, las consecuencias pueden derivar en una pérdida de visión del ojo afectado, dado que éste no se desarrolla adecuadamente y, poco a poco, va dejando de trabajar y de estimularse, con lo que acaba perdiendo capacidad de visión. Este problema se presenta en edades infantiles por lo que es importante tener un control preventivo de los niños.
Ricardo Bittelman