La cornea, o parte clara del ojo, está cubierta por una película protectora de células epiteliales. Los procesos destructivos que afectan la cornea empiezan con un daño a la cubierta epitelial. Cualquier proceso irritativo, tal como un cuerpo extraño o rasguño puede causar un daño epitelial. Los gatos con ojos prominentes están especialmente susceptibles a un daño a la cornea. Una vez que la continuidad de el epitelio ha sido destruida, el daño o sana espontáneamente o progresa a un problema más serio. El resultado depende de la magnitud de la herda, que tan rápido es diagnosticada y si el factor inicial ha sido identificado y removido.
Ricardo Bittelman