Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Una abrasión corneal es una lesión en la córnea, que puede ser un rasguño o corte. Diversos factores pueden causarla como la arena, polvo y virutas de metal o madera. Asimismo, esta área puede rasguñarse con una uña o incluso con un lente de contacto mal manipulado.
Si esta herida no se ha curado completamente, podría reaparecer en meses o semanas. Inclusive, pacientes que poseen una córnea débil pueden experimentar una abrasión sin existir algún motivo evidente.
La córnea, al ser una parte demasiado sensible, presenta síntomas como dolor, sensación arenosa, lagrimeo excesivo, vista borrosa, fotofobia y ojos rojos. Algunas personas también pueden sufrir dolor de cabeza.
Lo más probable es que el especialista tratará la herida con gotas o ungüentos oculares. En la mayor parte de los casos, las abrasiones de tamaño pequeño sanan en un día, aproximadamente. No obstante, es posible que el paciente deba regresar a la consulta el próximo día para someterse a otro examen y comprobar que la lesión se ha curado satisfactoriamente.
Si la persona utiliza lentes de contacto debe tener el doble de cuidado, ya que una abrasión en la córnea conlleva el peligro de contraer infecciones oculares. Es posible que el oftalmólogo le indique prescindir de los lentes de contacto por algunos días, si se está ocupando medicamentos.
Para prevenir este padecimiento, las personas que trabajan con máquinas que emiten partículas de metal, madera u otros materiales, deben ocupar lentes protectores. En los niños, es importante mantener sus uñas cortas. Si tiene árboles en su entorno, podar las ramas que estén en zonas bajas y que puedan pasar a llevar los ojos. Por último, quienes utilizan lentes de contacto deben tener especial precaución al momento de colocarlos para no producir ninguna herida con los bordes.
Fuente: http://familydoctor.org/