Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Alrededor del 60% de las mujeres mayores de 50 años sufre del síndrome del ojo seco. Esto se debe a las variaciones hormonales que trae la menopausia, que aparece a esa edad en promedio. Asimismo, afecciones autoinmunes como el lupus son otra causa de riesgo para contraer esta enfermedad.
Esta patología provoca una mala cantidad o calidad en la producción de las lágrimas. El cuadro se agudiza en invierno debido al frío, los bajos niveles de humedad y los fuertes vientos.
Las lágrimas poseen tres labores fundamentales: humectación del globo ocular, lubricación para favorecer su movimiento y proteger de virus y bacterias a través de la limpieza. Por ende, quienes padecen mal presentan resequedad ocular, irritación, sensación arenosa y propensión a infecciones visuales.
Aunque esta enfermedad no puede revertirse, es tratable para tener una buena calidad de vida. El tratamiento consiste en la administración de gotas lubricantes y fármacos moduladores del sistema inmunológico. En casos muy severos, se requiere cirugía. No obstante, simples medidas como tener una dieta balanceada, beber dos litros de agua al día y evitar el sedentarismo y tabaco, contribuyen a retrasar su aparición y aplacar sus efectos.
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