Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Prescindir de protección para los ojos al momento de hacer deporte al aire libre puede traducirse en daños visuales sin solución. En la época veraniega este riesgo incrementa, ya que la radiación ultravioleta está en su nivel más alto del año. Por ejemplo, quienes practican el trote son los más propensos a sufrir estas lesiones oculares.
El grado o tipo de afección dependerá de varios factores. La causa solar obedecerá a situaciones como la estación del año y al tiempo de exposición a los rayos ultravioleta. Pasar mucho tiempo bajo esta radiación puede causar fotoqueratitis, enfermedad donde se inflama la córnea. Asimismo, pueden aparecer afecciones como ciertas degeneraciones o engrosamientos de la conjuntiva y lesiones de retina.
A la hora de trotar, se aconseja utilizar lentillas en lugar de gafas solares. Si bien las segundas protegen de mejor forma la parte externa del globo ocular, con las lentillas se evitan accidentes que pueden ocasionar lesiones aun más graves. Además, proporcionan más comodidad al hacer estas actividades al aire libre.
Por último, considerando que la radiación ultravioleta se encuentra a niveles extremos en varias regiones del país, todo artefacto de protección visual para el sol debe tener un filtró mínimo UV de 70%.
