Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Abusar de los lentes de contacto puede ser perjudicial. Esta situación puede llevar a un leucoma, cicatriz que surge como una mancha blanca en la córnea. Generalmente, este mal se da por infecciones o golpes que provocaron una cicatrización. Sin embargo, este tipo de lentes también puede causarlo.
La sintomatología consiste en: sensación de cuerpo externo dentro del globo ocular, vista borrosa y una evidente mancha blanca en la zona corneal.
En promedio, las personas que padecen leucoma acuden a un oftalmólogo después de tres o cuatro meses después de que apareció la lesión. Esta revisión tardía podría significar que la visión esté seriamente afectada, lo que se traduce en un trasplante de córnea.
En los casos de menor seriedad, se puede recurrir a la ablasión con láser para remover esta “nube’’ que entorpece la visión. No obstante, el daño en la córnea no se puede eliminar al cien por ciento, por lo que la persona va a quedar con cierta escasez en la vista.
Para prevenir el leucoma, se debe evitar el exceso de uso de lentes de contacto y ocupar equipo de protección de ojos al momento de soldar o realizar trabajos que presenten algún peligro para la visión.