Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Una inoportuna regulación de la luz en la vista puede causar una serie de padecimientos visuales: Entre éstas la retinopatía ocular, que aparece después de exponerse prolongadamente a los rayos UV sin ninguna protección; la degeneración macular, patología progresiva de la retina que impide una visión nítida; y retinitis pigmentaria, que provoca mala visión nocturna y la lenta pérdida de la vista lateral.
La visión es un sistema nervioso, donde su función es recibir imágenes y captar el 80 por ciento de la información que nos llega todos los días. Cuando la luz entra al globo ocular, más de 130 millones de células fotorreceptoras la transforman en impulsos que se mandan al cerebro para mostrarnos el mundo que conocemos.
Hay dos tipos de luz: invisible y visible. La primera puede producir brillo en demasía, mientras que la segunda produce radiación electromagnética. Ambas luces en cantidades escasas o excesivas podrían generar problemas en la calidad de la visión.
Por este motivo, es tremendamente importante cuidar los ojos en espacios donde haya una directa exposición a los rayos del sol. Es recomendable utilizar gafas con filtro UV, debidamente certificadas y recetadas por un especialista, para prevenir cualquier otro tipo de disfunción.