Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
La ambliopía es una enfermedad visual que consiste en la pérdida de la función del ojo para observar detalles. Es el problema ocular más común en los niños, ya que ocurre cuando la vía nerviosa que va desde el ojo al cerebro no se desarrolla en la infancia. Entonces, el globo ocular manda una imagen errática hacia el cerebro.
Ante esta situación, el cerebro podría confundirse, ignorando la imagen proyectada desde el ojo más débil. La principal causa de la enfermedad es otra afección: el estrabismo. Asimismo, de manera habitual existen antecedentes hereditarios. No obstante, una persona puede padecer una de estas patologías sin tener necesariamente la otra.
Entre los síntomas están: visión anormal de un ojo, globos oculares se dan vuelta hacia afuera o adentro, sensación de que los ojos no trabajan juntos y dificultad para percibir la profundidad.
Los niños que son tratados antes de los 5 años de edad pueden recuperarse totalmente de la ambliopía. Sin embargo, ya después de los 10 años, sólo se puede optar a una mejoría parcial y quedar con un daño ocular permanente.
Es importante llevar a sus niños a una revisión periódica con un oftalmólogo. Todos los menores deben tener, al menos, un examen ocular completo entre los 3 y 5 años de edad. Así, se previenen futuras afecciones visuales.