Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Una investigación indica que más de un 25% de las personas que se someten a un lifting sufren posteriormente la afección del ojo seco, provocando irritación y falta de humedad en los ojos.
La doctora Jess Prischmann, cirujana plástica facial de Edina, Minnesota, indica que junto a su equipo analizó el historial clínico de 892 personas operadas por un cirujano, entre 1999 y 2009. Quienes se sometieron a la operación debieron responder si manifestaban síntomas de ojo seco antes de la cirugía y repetir lo mismo cada dos años, durante una década.
Alrededor del 27% de los encuestados padeció ojo seco con la intervención, mientras que otro 26% desarrolló una irritación denominada quemosis. Asimismo, los procedimientos quirúrgicos más agresivos también incrementaron la probabilidad de aparición de la enfermedad.
La profesional a cargo señala que hay pocas explicaciones para esta complicación en el lifting, argumentando que al dejar de parpadear durante la operación no se puede expandir la película de lágrima sobre la córnea, lo que produce la escasez de humedad.
Se concluyó que se debe realizar un chequeo anterior a los pacientes que deseen realizarse un lifting, evitando operar a quienes son propensos a desarrollar el ojo seco.
