Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
Un traumatismo ocular corresponde a toda lesión en el ojo. Debido al carácter hiperactivo de la mayoría de los niños, se transforma en una afección relativamente común para ellos. Practicar algunos deportes u otras actividades genera al año un gran número de traumatismos en el globo ocular.
Disciplinas como el boxeo, ciclismo, básquetbol o el boxeo son causas comunes de estas contusiones. Otros factores frecuentes de traumatismos son la mala manipulación de juguetes, sustancias químicas o pasar a llevar el ojo con las uñas.
Este accidente, ya sea en un adulto o en un menor, debe tomarse en cuenta como una emergencia, por lo que necesita una atención oftalmológica de inmediato. Habitualmente, un niño con una lesión de esta índole tenga que ser examinado bajo anestesia general en la sala de operaciones.
Existen distintos tipos de traumatismos oculares, entre ellos: quemaduras del ojo por productos químicos, equimosis, hipema, laceraciones en el párpado, fracturas de la órbita, abrasiones corneales, etc. El cuidado de cada afección variará según la porción del ojo dañada, por lo que la atención médica oportuna es fundamental para no tener complicaciones severas, como la pérdida total de la visión en los casos más graves.