Es una condición en la cual los ojos pueden distinguir con claridad los objetos cercanos pero existe dificultad para la visión de objetos distantes. Se produce debido a un aumento en la longitud del globo ocular, lo que determina que las imágenes sean enfocadas por delante de la retina.
Es frecuente que la miopía sea hereditaria. Por lo general, se hace evidente en los primeros años de la edad escolar (aproximadamente a los 8 años) y evoluciona durante la adolescencia, hasta estabilizarse en la edad adulta.