Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
La hipermetropía es una afección visual que consiste en la dificultad para observar objetos cercanos. Ocurre cuando la imagen se enfoca por detrás de la retina, en vez de hacerlo sobre la misma. Las causas pueden ser que el globo ocular tenga un tamaño menor o que la capacidad de enfocar sea muy frágil.
Esta enfermedad habitualmente se presenta desde el nacimiento, pero la flexibilidad del cristalino del ojo de los niños los ayuda a compensar la anomalía. Generalmente los menores superan el problema en un determinado lapso. Sin embargo, ya al envejecer, se podría necesitar gafas o lentes de contacto para normalizar la vista. Tener familiares con esta patología también hace más propenso a padecerla.
Entre los principales síntomas están: visión difuminada de los objetos cercanos, estrabismo (en los niños), dolor de cabeza al leer, fatiga y dolor ocular.
El tratamiento para la hipermetropía es simple. La utilización de gafas o lentes de contacto corrigen sin problemas la enfermedad. También se puede emplear cirugía, para las personas que no deseen ocupar algún elemento externo.
La hipermetropía podría ser un factor de peligro para la aparición de la ambliopía o glaucoma, por lo que es de suma importancia acudir a un especialista si se presentan los síntomas mencionados.