Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
La mayoría de las personas no sabe lo riesgoso de nadar o bañarse con sus lentes de contacto puestos. Hacerlo puede significar contraer una grave infección que provoca, incluso, hasta la pérdida total de la vista.
Una mujer inglesa de 28 años perdió la visión de un ojo al contraer queratitis Acanthamoeba luego de nadar con lentes de contacto en una piscina de un hotel. Ésta es una extraña y aguda infección, donde una ameba que existe en el agua de manera natural ataca la córnea.
El daño en la córnea es permanente. Jenny Hurst tuvo que ser internada y pasar por cuatro operaciones, sometida a un tratamiento donde se le administraban gotas oculares cada media hora. Debido a la enfermedad, la inglesa tuvo que estar encerrada en una habitación oscura durante tres meses.
La patología produce sensibilidad extrema a la luz, ojos llorosos, visión difuminada, inflamación del párpado y sensación de tener algo dentro del ojo.
La ameba que provoca esta infección tiene la capacidad de sobrevivir entre el ojo y el lente. Por este motivo, es recomendable desinfectar los lentes de contacto con frecuencia y quitárselos al momento de la ducha, al practicar natación o cualquier actividad donde se tenga contacto con el agua.
Si ocupa lentes de contacto y presenta una irritación ocular con sensibilidad a la luz que no mejora luego de unas horas, es estrictamente necesaria una inmediata visita a su oftalmólogo.