Recopilado por Ricardo Bittelman Saporta, oftalmólogo
La diabetes no sólo trae complicaciones metabólicas. También es altamente peligrosa para la salud visual, pudiendo originar hasta ceguera. De hecho, es la principal causa de este mal en Estados Unidos. El nombre de este peligroso síndrome es retinopatía diabética.
La enfermedad visual ocurre cuando la diabetes daña los vasos sanguíneos de la retina. Entre los síntomas asociados encontramos: manchas oscuras, visión borrosa o doble, dolor o molestia en uno o ambos ojos, problemas para ver en las esquinas del campo visual, entre otros.
Se puede detectar mediante la aplicación de gotas por un especialista para dilatar la pupila, examinando la retina minuciosamente. También se realiza una angiografía con fluoresceína y una fotografía de retina.
Para prevenir la retinopatía diabética, es recomendable dejar el tabaco y controlar los niveles de azúcar en la sangre, el colesterol y la presión arterial. Cuando ya la enfermedad ya ha avanzado a cierto grado, una cirugía láser impide que se siga desarrollando. Ésta provoca quemaduras en los vasos sanguíneos irregulares de la retina o impide que otros tengan filtraciones.
Otra aplicación quirúrgica, llamada vitrectomía, se realiza cuando existe hemorragia en el globo ocular o en casos de desprendimiento de retina.
Si padece diabetes, debe someterse a un completo examen oftalmológico cada año. Descubrir esta anomalía en su etapa más temprana puede contribuir a salvar su vista.
