El trasplante de córnea cada vez se está realizando en chicos más jóvenes. El doctor Sergio Bonafonte, cirujano oftalmólogo, experto en retina y vítreo, y director del Centro de Oftalmología Bonafonte, explica que esto se debe fundamentalmente a dos situaciones.
En unos casos puede ser por una enfermedad hereditaria llamada queratocono, por la cual la córnea se pone en forma de cono hacia adelante. Su evolución es progresiva y muchas veces requiere de un trasplante. Otra de las situaciones que está haciendo que más jóvenes se sometan a un trasplante de córnea es por los efectos derivados de una cirugía refractaria al haber sido operados de miopías altas o córneas afinadas. Pero en general los candidatos a un trasplante de córnea son todas aquellas personas de cualquier edad con una córnea deformada por un traumatismo, un golpe, una calcificación anómala, una enfermedad hereditaria o por problemas derivados de una cirugía.
Realización de un trasplante
Los medios que se emplean hoy en día para efectuar un trasplante con garantías deben llevarse a cabo en un centro especializado y autorizado para ello. Las córneas proceden de donantes anónimos y se almacenan en bancos de córneas. El paciente es evaluado por un cirujano experto que realiza unos análisis y solicita la córnea al banco. Cuando el banco avisa de que ya está disponible, el paciente debe ser operado en uno o dos días para que la córnea esté en las mejores condiciones. Hoy en día los centros habilitados para ello ya tienen medios especiales para llevar los trasplantes a cabo. El trasplante puede durar una hora y se producen menos rechazos que en otros trasplantes porque la córnea no está vascularizada. Un 10% de los casos no son bien tolerados aunque en muchas ocasiones, gracias a los tratamientos y a la farmacología, la córnea se puede mantener.
Evolución de la cirugía
La cirugía del trasplante de córnea ha cambiado mucho en los últimos años. Hace un tiempo se cambiaba la córnea entera y en estos momentos lo que se hace son muchos trasplantes lamelares, es decir, que solo se cambia la parte anterior y posterior. En muchos casos no se hace trasplante sino que se lleva a cabo un refuerzo de la córnea aplicando una vitamina y un láser. En otras situaciones se ponen unos anillos de plástico alrededor de la córnea para que ésta se estructure, de manera que no siempre es necesario trasplantar.
Fuente: Sin Mordaza