El tumor maligno más frecuente de piel y párpados es el cáncer basocelular, que se presenta especialmente en la cabeza y el cuello por ser las zonas más desprotegidas del cuerpo. Es el 90% de los tumores malignos de párpados en USA y 20% de todos los tumores palpebrales. Es más común en adultos de piel clara entre los 50 y 80 años pero también puede presentarse en los más jóvenes, entre 20 y 40 años, con 5 a 15 %. Las personas blancas, de ojos claros, demasiado expuestos a la luz solar y con antecedentes familiares de cáncer de piel son los más afectados. Si se reseca o extirpa precozmente, la mayoría de las veces se puede curar ya que rara vez da metástasis. Si se deja evolucionar sin control, las consecuencias pueden ser fatales.
Otro tumor maligno representa el 1%, es el lelanoma, se presenta intra ocularmente y es un tipo de cáncer agresivo que puede afectar varias partes del ojo: el párpado, la órbita, el iris, la coroides, entre otros. Este cáncer puede darse únicamente en el ojo o puede hacer metástasis a otro lugar en el cuerpo, pero también puede comenzar sobre la piel u otros órganos y llegar al ojo. Dentro de los síntomas podemos encontrar, ojos saltones, cambios en el color del iris, visión deficiente, enrojecimiento y dolor. Los tratamientos van desde láser o radioterapia, si el tumor es pequeño, aunque en algunos casos es necesario extirpar el ojo.
Para no llegar a esto, la manera más fácil es prevenir de forma conciente, evitando la exposición excesiva y directa a la luz solar, especialmente en las horas en que son más intensos (11 am a 14 pm), además usar lentes de sol, verificando que tengan protección contra los rayos UV.