Es un hecho que la pérdida ocular por accidente o violencia se ha incrementado, y quienes son víctimas de esta situación sufren un cambio drástico en su vida y autoestima. Por fortuna, existen alternativas estéticas que pueden mejorar su situación.
Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido. Este dicho se aplica indistintamente para referirse a aspectos monetarios, amorosos, académicos, laborales y, por supuesto, a los relacionados con la salud. Cierto, los descuidos para mantener nuestro organismo en forma óptima son cotidianos, porque adoptamos hábitos que contradicen las recomendaciones de los expertos y evitamos tomar medidas de precaución básicas que nos permitan tener buena calidad de vida.
Muchas veces tenemos la oportunidad de rectificar el camino; empezamos a hacer ejercicio para evitar obesidad, dejamos de comer grasa para equilibrar los niveles de colesterol o tomamos calcio para prevenir osteoporosis. No obstante, existen imponderables que pueden cambiar nuestra vida en un minuto y para siempre. Es el caso de la pérdida de un ojo, situación que, lejos de ser excepcional, ha aumentado en forma considerable en los últimos 10 años por el incremento de violencia y accidentes.