Mucho menos frecuente pero no menos importante es el Glaucoma agudo de ángulo cerrado. Se trata de una entidad muy distinta al glaucoma crónico de ángulo abierto, y con consecuencias visuales diferentes.
El Glaucoma agudo como su nombre define una elevación de la presión de forma brusca. El concepto “de ángulo cerrado” nos informa de que la elevación de la presión intraocular se debe al cierre del ángulo camerular. El ángulo camerular está formado por la unión de la cornea con el iris, y en ese lugar se encuentra alojada la estructura que permite la salida del humor acuoso del globo ocular: la Malla Trabecular y el Canal de Schlemm.
El humor acuoso accede a esa estructura tubular siempre que el “ángulo esté abierto”. Si por cualquier razón funcional o anatómica el ángulo se cierra, las estructuras angulares quedan enterradas y la salida para el humor acuoso se ocluye de forma inmediata. Éste fenómeno es mucho más frecuente en los ojos hipermétropes o pequeñas dimensiones. De modo menos frecuente existen casos de iris que presentan mayor facilidad para apoyarse en el ángulo y cerrarlo temporalmente o cataratas que, en su avance, aumentan de tamaño y inducen el bloqueo en ojos pequeños.
El cierre y la interrupción brusca de la circulación del humor acuoso, provocan una elevación brusca de la presión intraocular a tales niveles, que puede llegar a interrumpir el riego sanguíneo en la parte anterior del globo ocular. El dolor ocular es intenso pudiendo provocar náuseas y vómitos, y si no se consigue la reducción de la presión de forma rápida, las consecuencias son muy graves.
Las altas presiones del glaucoma agudo, provocan la muerte celular de muchos tejidos oculares: de las células nerviosas del nervio óptico, del músculo y del estroma del iris, así como del cristalino y de las células endoteliales corneales. Es por tanto de suma importancia poder atender a estos casos en un experimentado Servicio de Urgencias y administrar el tratamiento hipotensor adecuado para reducir la presión de inmediato, así como las medidas para que no pueda repetirse de nuevo la misma situación.
Afortunadamente la prevención del glaucoma agudo de ángulo cerrado es, en la mayoría de casos, rápida, sencilla y exenta de riesgos: es la iridectomía periférica con Láser YAG. En los ojos con riesgo se practican pequeños orificios que permiten el paso alternativo del humor acuoso.
Ricardo Bittelman