El implante, desarrollado por investigadores de la Universidad de Tubingen y la empresa Retina Implant AG , representa un gran paso en las prótesis visuales electrónicas, afirman los científicos. Aunque todavía a nivel de estudios, la aplicación clínica general está lejana.
Se han aplicado estas prótesis en pacientes de retinitis pigmentosa, que perdieron muy jóvenes la visión, pero también servirían para la degeneración macular, relacionada con la edad, que causa pérdida progresiva de la visión y afecta a 15 millones de personas en el mundo. Los resultados del ensayo clínico se publican en una revista de la Royal Society británica (Proceedings of the Royal Society B ) y preceden al primer ensayo clínico que se hará en Reino Unido en 2011.
“Los resultados del estudio piloto indican que las funciones visuales de pacientes ciegos por la distrofia hereditaria de la retina, la retinitis pigmentosa, pueden, en principio, recuperarse para poder llevar una vida normal”, escribe Eberhart Zrenner, director fundador de la empresa y director y presidente del hospital oftalmológico de la universidad.
Estas prótesis reemplazan directamente a los receptores que no funcionan en la retina y son diferentes de las que se implantan fuera de la retina y necesitan una cámara y un procesador externos para que el paciente vea.
Ricardo Bittelman