Láser: El rayo láser es un potente haz de energía luminosa. Se enfoca sobre la retina y produce pequeñas quemaduras que, en el caso del edema de retina, sellan los vasos dañados, con lo que disminuye la acumulación de líquido.
En el caso de los vasos sanguíneos anormales o neovasos, se aplican cientos o miles de disparos de láser en las áreas periféricas de la retina. Las pequeñas cicatrices que se reproducen, reducen la formación de neovasos.
Si el láser es aplicado en el momento apropiado, se puede desacelerar o detener el ritmo de pérdida de visión.
Vitrectomía: En algunos casos de retinopatía diabética más grave, como ser una hemorragia vítrea que no se reabsorbe o un desprendimiento de retina, el oftalmólogo puede recomendar una vitrectomía. Esta es una intervención microquirúrgica muy delicada y de alta complejidad, en la que se extra el el vítreo lleno de sangre. Con esta cirugía, alrededor del 70% de los pacientes experimentan una mejoría, en general parcial, de la visión.
Ricardo Bittelman