Varios estudios recientes comprueban la contribución de los antioxidantes en la prevención y retraso de la aparición de enfermedades oculares que llegan con la edad y pueden, incluso, llevar a la ceguera.
Por ejemplo, la degeneración macular, que se desarrolla a partir de los 50 años, no tiene cura y puede afectar hasta 10% de la población. Sin embargo, estudios realizados en Estado Unidos e Islandia revelaron que adultos que consumen antioxidantes (vitaminas C e E, Betacaroteno e Zinco) regularmente en su dieta, atrasarían la evolución del trastorno, principalmente en la fase intermediaria (cuando aparecen las manchas o se necesita de auxilio para leer).
Una posible explicación es que el proceso natural oxidativo del organismo para neutralizar los elementos tóxicos que causan la degeneración se hace ineficiente con el pasar de los años, por lo tanto la inserción de antioxidantes en la dieta diaria daría apoyo a este proceso.
Sin embargo, especialistas aún son cautelosos con sus efectos, ya que la ingestión de altas dosis de antioxidantes puede ser perjudicial a la salud, ocasionando desde cálculos renales a la flaqueza muscular.Además de las propiedades anti envejecimiento, algunos estudios muestran que consumir vegetales verdes y naranjas puede contribuir a disminuir en un 40% aproximadamente los riesgos de contraer cáncer y diversas cardiopatías.
Ricardo Bittelman