El astigmatismo es un defecto refractivo por el que los rayos de luz que inciden en el ojo no son refractados por igual en todos los meridianos del mismo. Existen varios tipos según su estructura, meridianos principales y foco de los meridianos.
Según la estructura asimétrica se clasifican en:
Astigmatismo corneal debido a la forma irregular de la cornea
Astigmatismo lenticular debido la geometría irregular del cristalino.
Según los meridianos principales se clasifican en:
Astigmatismo regular en que se producen, en vez de un punto focal, dos líneas focales perpendiculares entre sí. Entre ambas se encuentra un intervalo focal con una zona en que los rayos se encuentran más concentrados (círculo de menor difusión).
Astigmatismo irregular en el cual no existe un patrón geométrico en los distintos meridianos, pudiendo, incluso, haber distintos poderes en el mismo meridiano. Este último caso se da, por ejemplo, en ojos que han recibido traumatismos o en córneas afectadas por algún tipo de enfermedad, siendo menos freciente que el regular.
Según el foco de los meridianos principales se clasifican en:
Astigmatismo hipermetrópico simple, cuando un punto focal cae en la retina y el otro detrás de ella.
Astigmatismo hipermetrópico compuesto, cuando ambos caen tras la retina.
Astigmatismo miópico simple, cuando tenemos un foco en la retina y el otro delante de ella.
Astigmatismo miópico compuesto, en que ambos puntos focales caen delante de la retina.
Astigmatismos mixtos, en que un foco cae delante de la retina y el otro por detrás.
Ricardo Bittelman