Un párpado caído puede permanecer constante, empeorar con el tiempo (progresivo) o aparecer y desaparecer (intermitente), y puede darse en un lado o en ambos. Cuando la caída afecta un lado solamente (unilateral), es fácil de detectar comparando los dos párpados. La caída es más difícil de detectar cuando se presenta en ambos lados o cuando el problema es muy sutil.
El hecho de arrugar la frente o inclinar la cabeza hacia atrás puede ser un signo de que alguien está tratando de ver por debajo de los párpados caídos. Los párpados caídos pueden hacer que la persona se vea soñolienta o cansada.
Los párpados caídos pueden estar presentes ya sea al nacer (congénitos) o desarrollarse posteriormente en la vida y no deben ser un motivo de pánico.
Ricardo Bittelman