La córnea es uno de los componentes más importantes del sistema ocular. Es como un cristal suave pero muy fuerte y durable que tiene varias funciones. Es un escudo protector del ojo tanto de los rayos UV, regulando la entrada de la luz, como de agentes externos, función que comparte con los párpados y lágrimas. Además, actúa como un lente del ojo captando la luz para que el resto del sistema ocular la convierta en imágenes.
Si la suavidad de la superficie de la córnea o su claridad sufren un cambio, la visión se distorsionará y puede producirse un daño que provoque perder la vista. Frente a esta situación, por lo general se debe realizar un trasplante.
Los científicos han trabajado en crear córneas biosintéticas las que ayudarían a recuperar la visión a aquellas personas que están en espera de un trasplante. También existen técnicas como el cross-linking o anillos intracorneales que son menos invasivas que la anterior.
