Existen distintos tipos de glaucoma pero los dos más comunes son el glaucoma primario de ángulo abierto -que tiene una progresión lenta y silenciosa- y el glaucoma de ángulo cerrado, que es menos frecuente pero tiende a ser más agudo.
Según alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta patología ocular afecta a alrededor del 3 por ciento de la población global y en su forma primaria es responsable de 4.500.000 casos de ceguera.
Si bien los principales factores de riesgo de glaucoma son la edad y la predisposición genética, aún es escasa la información relativa a cómo lograr la prevención primaria de la enfermedad.
En caso de ser diagnosticado en sus etapas más tempranas, hay tratamientos efectivos del glaucoma, que permiten mantener la visión. De lo contrario, la progresión de la condición puede llevar a una severa restricción del campo visual y a la ceguera irreversible.