Según especialistas españoles, alrededor de la mitad de las lesiones oculares que sufren los niños mientras practican algún deporte, se podrían haber evitado si hubiera estado presente algún tipo de protección, como casco o anteojos especiales.
Los traumatismos oculares suelen producirse por pelotazos o golpes de otro tipo. Para estas situaciones, los especialistas recomiendan las gafas de policarbonato. Por otro lado, los rayos ultravioleta también son un riesgo para los niños a la hora de practicar deportes en el agua o en la nieve, por lo que algún se hace necesario algún tipo de protección visual.